Holi bravas. Bien sabe la vida que no soy muy de regalos de San Valentín, que soy más de lanzar trazos de brava y colorida y que pase lo que tenga que pasar. Vengo aquí a contar un par de cotilleos (no soy una de los Bridgerton, pero algo hay) y a dejar ideas de regalos artísticos. A veces cuesta querer, cuesta avanzar, eso es así… pero hay que confiar.
Lámina todo irá guay
Y aquí va mi primer salseo del año: conocí a Juanma hará unos 8 años y 300 vidas en un bar cochambroso. No daré nombres, ni tampoco contaré eso de que le tiré una jarra hecha de fuego encima para poder hablar un poco. Yo llevaba un vestido de flores, más primavera que nunca, sí. Y como rezaba una lámina que tuve hace algún tiempo “lo mejor fue conocernos”, lo complicado vino después. Idas y venidas, veintipocos años, estudiaba en Madrid, él trabajaba en Barcelona y en ningún momento me planteé que era una locura absurda cogerle el teléfono a aquel tipo chulito y reservado a las 2 de la mañana cuando me llamaba desde alguna cabina. Sí, existían. Y entre playas, peleas varias (eso es así, quien diga que no hay MIENTE) y fotos en El Retiro o la sagrada familia, nos hicimos socios de vida, de empresa, de todas las cosas coloridas y absurdas que podáis imaginar.
Pájaros de balcón
Y el tiempo ha pasado, y aquí seguimos, como en la la land con finales inesperados a veces, pero sin tocar el piano o actuar. No soy una experta en nada, pero sé que los regalos artísticos me han salvado en más de alguna ocasión. Pinto post-its tontos, escribo sentencias en el vaho del baño y me puedo declarar en una agenda del año anterior. He desarrollado tanto este arte, que he conseguido hacer láminas salvavidas que resumen lo que siento/padezco, (porque a veces parece que algo me posee y Juanma se desquicia, lo juro), así que si escribo o pinto, parece que todo pesa menos. Yo le escribo poemas y hago garabatos, él cocina espaguetis y construye excels, todos en paz. El equilibrio está a un milímetro de ti siempre.
A un milímetro de tí
Lámina a 1 milímetro de ti
Porque claro, nunca sabemos qué nos va a deparar la vida, pero os cuento, de paso… que en diciembre, cuando tuve el accidente y se me dislocó la rodilla y acabé hecha un trapito ajaja, él estuvo ahí, ayudándome a que doliera menos y a ser más positiva entre queja y queja, a ver esas… pequeñas cosas de la vida ¿sabéis?.
Busca la belleza
Lámina busca la belleza
Así que tras este tocho lleno de realidad y storytelling por amor al arte y al propio amor, os he ido dejando algunos enlaces a regalos artísticos que sin algodón de azúcar, pueden pintar un poco más vuestro mundo con pinceladas, música alta, viajes, recuerdos, esfuerzos y cosas que merecen la pena. Porque donde el alma vibra, ahí es, ¿no?
Donde el alma vibra ahí es
Porque vendrán tiempos mejores, más fáciles, o quizás no. Yo os cuento: quiero viajar mucho, que Juanma no se harte de mí y poder seguir pintando la vida, y es muy pero que muy chachi poder compartirlo, pero sí, con su montaña rusa incorporada. Así que entre acuarelas, trazos, borrones y hojas nuevas para empezar desde cero,
¡Disfrutad mucho la vida por vosotras mismas, y sino, con esa persona con la que la compartáis!
Y si quieres algo personalizado y a medida, puedes escribirme 🙂
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¡Hasta la próxima!
Vera
