¡Holi bravas de mi corazoncito!
Hoy os traigo información sobre materiales para pintar cuadros en acrílico. Como bien sabéis las que andáis por instagram, en estos últimos meses me está encantando pintar en acuarela, acrílico y después digitalizar. No me considero experta, pero sí que es cierto que no paro de leer y ver tutoriales para así practicar y coger cada vez más soltura.
Tipos de materiales para pintar con acrílico
En serio tías, a la hora de pintar los materiales y utensilios que utilizáis son tan importantes como la propia pintura, y además, disponéis de una gran variedad de ellos que harán que vuestros cuadros tengan texturas diferentes y transmitan aquello que lleváis dentro. ¡Os enseño algunos!
Superficies para pintar con acrílicos
Una de las cosas que más me gustan del acrílico es que puede adaptarse a casi cualquier superficie. El tipo de superficie es muy versátil y es una de los primeros materiales para pintar con acrílicos que vamos a ver:
- Papel: una muy buena opción (aunque yo suelo preferir tablillas o lienzos jiji), lo bueno del papeles que no hay que estirarlo antes y con gramajes de 360gr no se suelen deformar. Soportan mucha agua y pintura.
- Cartón y aluminio: ¿sabíais que podéis pintar sobre cualquier tipo de cartón directamente? El cartón marroncito de toda la vida (que no está preparado para esto) oscurece mucho los colores, pero también sirve como base de color neutro para una pintura. Si queréis, podéis pintar primero el cartón de blanco o levemente coloreado para reducir la absorción del color y que siga teniendo viveza.
- Lienzos y tablillas: ¡mis favoritos! jajaja y de mil tamaños y formas… son mi debilidad. El tejido es muy absorbente, es material orgánico compuesto de algodón y pueden venir enrollados o ya montados (prefiero los segundos).
- Otros materiales: locurita, hay de todo, jaja sábanas, plástico, madera, papel de periódico, etc.
Selección de pinceles para acrílicos
Elegir pinceles a la hora de hacer tu cuadro en acrílico puede resultar tedioso, ya sea por el precio o por pura indecisión a la hora de realizar los trazos. Cada tipo de pincel se vende en varios tamaños y el que escojáis deberá adecuarse a la extensión del lienzo que queráis pintar. Yo, como buena ansiosa y loca que soy delante de un lienzo, uso de todos los tamaños porque creo que cada pincel aporta un movimiento y fuerza distinta dependiendo lo que quiera expresar en esa obra.
Veamos los pinceles en detalle:
- Paletina: son asequibles y resistentes, bastante anchos y planos, con lo cual, perfectos para cubrir con color.
- De punta plana: proporciona un trazo limpio y nítido, y va bien para cubrir zonas amplias. Deja un trazo muy marcado.
- De lengua de gato: tiene una punta redonda y aplanada, son ideales para mezclar varios colores. Las pinceladas quedan suaves.
- Redondeado: son los típicos pinceles que usamos de pequeños en el cole. Retienen bien la pintura, el trazo es consistente con independencia de la dirección en los que se muevan.
- Puntiagudo redondeado: las puntas son muy finas, son perfectos para hacer detalles y líneas delicadas.
- Angular: las cerdas están cortadas en ángulo, son geniales para pintar esquinas y rellenar espacios.
- De abanico multifuncional: perfectos para atenuar o difuminar trazos.
Tipos de paleta para pintar con acrílicos
Tenéis un montón de posibilidades, en la foto os dejo mis habituales, aunque estoy aprendiendo a hacer mis propias paletas húmedas, que me parecen muy útiles. Como consejo: usad paletas de un tamaño más o menos parecido al del cuadro que vayáis a hacer. Yo por ahora no estoy pintando en grandes formatos, por eso uso las de la foto. Vamos a analizar diferentes opciones:
- Vidrio y metacrilato: funcionan a la perfección como paletas, ya que sus superficies son suaves y conseguiréis mezclar genial. Son materiales claros y podréis percibir bien los colores.
- Paleta de plástico moldeado: cuentan con áreas definidas para que no se contaminen las mezclas entre sí. Habrá que lavarlas muy bien tras cada uso, porque los restos de pintura seca se desconchan y se mezclan con la pintura nueva.
- Papel de horno/ papel sulfurizado: muy buena opción (y se puede cortar del tamaño que queramos). Os recomiendo fijar con cinta adhesiva a la mesa para fijar la paleta y que no haya dramitas, jajaj.
- Plato de papel: son útiles como complemento de otras paletas que uséis más grandes, sobre todo para mezclar. Se pueden usar varias veces sin tener que lavarlos.
- Paleta húmeda: este es mi gran descubrimiento. Son contenedores de plástico diseñados para almacenar pintura mezclada y mantenerla húmeda durante varios días, porque como sabéis, el acrílico se seca rapidísimo. Así podréis guardar diferentes colores en distintos recipientes o usar un recipiente amplio y profundo para varios colores.
Mini consejo: colocad siempre la paleta en el lado de vuestra mano “buena”. Así cuando queráis mezclar nuevos colores, no tendréis que inclinaros sobre el cuadro. (Ojalá haber caído esto hace tiempo, jajajjajaja). De todo se aprende.
Pues esto es todo, espero que os ayude y os animéis a probar diferentes materiales para pintar con acrílicos hasta encontrar vuestros favoritos 🙂 Os dejo por aquí un artículo más sobre acrílico para principiantes y os animo a que os dejéis llevar y disfrutéis del arte. Os por aquí mi Pinterest y por si tenéis alguna duda, el formulario de contacto en la web.