¿Cuáles son los errores más importantes que cometen la mayoría de los principiantes al pintar con acuarela? Esta es una pregunta muy frecuente y diría que hay dos errores muy típicos al ser novatos:
Problemas de control y uso del agua
Problemas de tiempo de secado
Uso del agua al pintar con acuarelas
Pues tías, yo diría que el error número uno es no usar suficiente agua o usar demasiada.
La acuarela es en gran medida un acto de equilibrio entre la pintura y el agua. Al pintar, constantemente intentamos medir la cantidad de agua que estamos usando. Este concepto se conoce como proporciones de pintura.
- A más cantidad de agua y menos pigmento los tonos en el papel se verán más claros y la acuarela se hará más transparente.
- Al contrario, a menos agua y más pigmento, los tonos serán más oscuros y la acuarela más opaca.
Pero, ¿cuánta agua se necesita usar realmente cuando trabajamos con acuarela? Vamos a verlo.
Muy poca agua
Cuando utilizamos muy poca agua se nota cuando la acuarela no se ha saturado lo suficiente. Puedes ver esto muy fácilmente cuando empujas su pincel sobre el papel y ves un patrón de moteado, también conocido como cepillado en seco.
Hay que tener en cuenta que la acuarela debe fluir sobre el papel con facilidad, por lo tanto, si te encuentras empujando el pincel sobre el papel con un poco de resistencia, es que estás usando muy poca agua.
Demasiada agua
Esto se puede ver cuando se tiene demasiada agua en el empuje hasta el punto de que el agua domina sobre el papel. Si ve elevaciones en el papel en forma de cúpula, es que estás usando demasiada agua.
En estos casos, la acuarela se empujará lentamente hacia afuera a medida que se seca y creará líneas de pigmento alrededor del borde exterior de la forma.
La cantidad correcta de agua
Entonces, ¿cuál es la cantidad correcta de agua al pintar con acuarelas?
Bueno, ya sea que estéis pintando mojado sobre húmedo o mojado sobre seco, debería haber un brillo agradable o un color o agua a lo largo de la superficie del papel.
Este brillo debe ser lo suficientemente grueso como para recubrir el papel pero más bajo que la forma de una cúpula, evitando así un secado desigual.
También debemos intentar que la acuarela se deslice a lo largo del papel sin problemas y sin esfuerzo, dejando menos pinceladas en el papel.
Una vez que realmente controléis la proporción correcta de agua a pintura para usar en papel, los colores aparecerán más suaves y más nítidos después del secado.
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