¡Holi bravas!
Nuevo mes y con él… ¡nuevo artículo!
Vamos a pintar pájaros en acuarela, sin miedo ni estrés, jajaja. Te daré algunas pautas para que dibujes un pajarito colorido de los que vemos cada día en cualquier ciudad (estoy obsesionada con los colibríes, no me lo tengas en cuenta). ¿Te vienes conmigo?
Te dejo de primeras otro artículo en el que os enseño a pintar un colibrí (mi pájaro favorito pa’ siempre, jajaaj). Por si te apetece dibujar uno también 🙂
Pintar pájaros en acuarela: un canto de colores y libertad
¿Sabes aquella sensación suave cuando ves un pájaro posarse al amanecer, con luces cálidas y esas sombras que hacen magia? Pintar pájaros en acuarela es justo eso: capturar momentos que parecen efímeros, dejarlos volar en papel, tías. No necesitamos que todo sea perfecto, sino que tenga alma.


Los bocetos podéis hacerlos como queráis, a mí personalmente me gusta que se quede el rastro del lápiz, sino, podéis hacerlo más suave y borrar después. 🙂
Cómo empezar sin estrés
Primero, inspírate. Observa pájaros en el parque, en Instagram, en fotos tuyas. Fíjate en las poses que te emocionan: alas abiertas, pico apuntando, vuelo…, colores de las plumas… Haz un boceto muy ligero, sólo formas básicas, sin juicios. Después, prepárate para jugar con los colores: mezcla lavados suaves, deja que el agua corra, que algunos bordes se fundan, que haya manchas que “sugieran” plumas más que describirlas.


A veces un pincel pequeñito para los ojos o un plumón oscuro apenas, ya marca la diferencia.
Colores, textura y personalidad
El papel importa: cuanto más absorbente, más se van “adueñando” del agua los colores, creando efectos bonitos. Y la paleta: empieza con tonos tierra suaves, ocres, azules grisáceos, verdes apagados…, y, si te apetece, un toque vibrante: naranja quemado, magenta, amarillo limón… eso que da vida. A mí me gustan los colores pastel y los contrastes. Qué os voy a contar, jaja. Mientras más colores, para mí, MEJOR (soy un poquito exagerada).


No pretendas detallar todas las plumas; lo que importa muchas veces es el contraste: luz vs sombra, poco definido vs algo nítido.

Libera lo espontáneo
Déjate sorprender. Sí: que el agua se mezcle donde le dé la gana, que aparezcan halos, que algunos bordes salten, que la mancha de color “equivocada” quede bien si la dejas respirar. Esa espontaneidad es lo auténtico. A veces lo más bonito es lo accidental, lo que no controlas. Cuando termines, aléjate un poco, míralo con ojos de quien lo ve por primera vez: quizá lo que menos puliste sea lo que le dé vida.

5 consejos chulos para pintar pájaros en acuarela
- No busques “copiar”, busca sentir
En lugar de obsesionarte con que se parezca a la foto, pregúntate: ¿qué me transmite este pájaro? ¿Es ligero, curioso, tímido, vibrante? Pinta desde ahí. - Menos es más (de verdad)
Deja espacios sin pintar. El blanco del papel también habla. A veces, una sola pincelada suelta puede decir más que diez detalles apretados. - Cambia de pincel como quien cambia de ritmo
Usa pinceles grandes para manchar con libertad y pequeños para esos toques finales que dan personalidad. Cambiar de tamaño hace que el proceso sea más dinámico. - Amigas del agua
Deja que el agua trabaje contigo, no en contra. No luches por controlarla del todo. Moja el papel antes, prueba degradados… juega con ella sin miedo. - Colecciona colores de la vida real y usa distintos materiales
Sal al parque, toma fotos, guarda hojitas y observa pájaros en distintos momentos del día. Sus colores cambian con la luz, y eso es oro para tu paleta.

Espero que todos los pájaros de vuestra cabeza acaben llenos de acuarela 🙂
Nos vemos por insta, Pinterest o mi tiendecita llena de colorinchis y acuarela.

Un abrazo enorme



